La buena nueva, última película de Helena Taberna

Queridos lectores,

Quería compartir esta vez mi opinión sobre la última película que he visto en el cine La buena nueva de Helena Taberna, protagonizada por Unex Ugalde y Bárbara Goenaga.

La Buena Nueva es una película en la que Helena Taberna es la coguionista, coproductora y realizadora, con marcados tintes autobiográficos, puesto que cuenta la historia de un joven párroco, interpretado por Unex Ugalde, que se opuso y se enfrentó con el evangelio al posicionamiento de la Iglesia a favor del régimen franquista, mostrándonos, de esta forma, que no toda la Iglesia se posicionó a favor de la dictadura.

La buena nueva es un filme que no te deja indiferente, sobretodo a los jóvenes que no hemos vivido esa terrible época, nos acerca los sentimientos de indignación, de resentimiento y de miedo con el que debieron de vivir la generación de nuestros abuelos, antes, durante y después de la guerra civil de 1936-1939. La película invita a reflexionar sobre las personas y lo importante que son las pequeñas acciones individuales, como la de este párroco, llamado Miguel en la ficción, que se guiaba por el evangelio y por lo que pudieran expresar desde la cúpula de la Iglesia. La película refleja pequeñas hechos históricos, como la denominación que desde la cúpula eclesiástica, apoyada por el papa Pío XII, daban al conflicto calificándolo de Santa Cruzada, y como incluso antes del fin del conflicto bélico, países como Francia y Gran Bretaña reconocieron el nuevo gobierno ilegítimo creado en Burgos.

El vestuario, la fotografía y el reparto es excepcional, destacando la labor de la maestra del pueblo, representada por Bárbara Goenaga, en la ayuda que presta a los más débiles, a los más desamparados y oprimidos, como dice el evangelia, y cómo cambia de actitud cuando constata el apoyo que la Iglesia estaba proporcionando a los militares sublevados.

Helena Taberna ha querido, a través de la figura de un joven párroco, mostrarnos la doble cara de la iglesia: la cúpula eclesiástica, sitúada en las grandes capitales y ocupando importantes cargos, no sólo espirituales sino también temporales, tan lejana y distante de los oprimidos, y por otro lado la iglesia rural, aquella que en muchas ocasiones se enfrentó a la autoridad, y que siguiendo la doctrina de Cristo y los evangelios se puso del lado de los más desfavorecidos arriesgando incluso su propia vida.

Recomiendo encarecidamente La buena vida, es una película llena de sentimientos, como el dolor, la tristeza y el amor, pero que refleja una realidad que pide ser contada.

Mi nota para Helena Taberna es un 10.

Pd: Creo que si hubiera más sacerdotes como el joven párroco Miguel, el cristianismo sería de verdad la religión que seguiría la palabra y las obras de Cristo.